Recorrer las dos islas de Nueva Zelanda en furgoneta es uno de los sueños de todo viajer@. Y con razón: este país fascinante es ideal para rutearlo por carretera y disfrutar la independencia que proporciona conducir y dormir en tu propio vehículo. La sensación de libertad y aventura rodeados de naturaleza espectacular convierten la experiencia de conocer Aotearoa (nombre original maorí del país) en algo inolvidable.
Nueva Zelanda en furgoneta
Nueva Zelanda es bastante sencillo de visitar, pero como en toda aventura por tu cuenta es necesaria cierta planificación previa. Guías, webs de viaje, foros… Todo suma para conocer un poco la historia, la naturaleza o el día a día del país al que vas. Nosotros recorrimos 8.000 Kms por sus carreteras durante 40 días y tras esa experiencia queremos compartiros la información que nos parece más básica para preparar un viaje a NZ.
Elegir tu vehículo
Para estancias turísticas, de 3 a 5 semanas aproximadamente, recomendamos alquilar tu vehículo en vez de comprar; una opción posible pero que requiere más tiempo y gestiones. En internet hay muchas páginas como esta con buscadores que comparan los precios de las principales compañías de alquiler de furgonetas de Nueva Zelanda. Las más conocidas y económicas son Lucky Rentals, Backpackers, Jucy Rentals, Wicked o Happy Campers. Existen otras con vehículos más completos y caros como Britz, Apollo y Mighty.
A la hora de escoger vehículo influyen factores como tu presupuesto y el tiempo que pasarás allí. Hay una gran variedad. Podrás elegir coches acondicionados para dormir, pues es legal en NZ pernoctar en ellos, aunque solo en algunas zonas al no ser «self contained» (no tener depósito de aguas grises, ver consejos generales). También pequeñas furgos muy manejables y de bajo consumo pero con espacio interior más reducido. La última opción son grandes furgones o lujosas autocaravanas con gran habitabilidad pero menos ágiles para «navegar» vías estrechas y más caras.
Northlands, Isla Norte
No es aconsejable buscar solo lo más barato; del funcionamiento y confort de tu «casa con ruedas» dependerá el éxito de tu viaje por Nueva Zelanda en furgoneta. Creemos, tras haber ruteado a lo largo y ancho de NZ, que lo ideal es alquilar una camper donde puedas estar de pie y equipada con lo necesario para vivir. Debido a lo largo de nuestra estancia (alquilamos la furgoneta más de un mes) escogimos una sencilla pero completa van con cocina, fregadero, baño químico, nevera, amplios armarios y cama confortable que resultó perfecta.
Las furgonetas normalmente ya vienen equipadas con lo más básico (vajilla, mantas, sabanas, toallas) y puedes complementarlo con extras de pago como mesas y sillas de camping o GPS en el momento de reservarlas o al recogerlas. Si vas a viajar en temporada alta, de Noviembre a Marzo (ver Cuando viajar), los precios de alquiler serán más caros y te recomendamos reservar con antelación, pues se agotan los modelos más atractivos y económicos. Para más consejos sobre la conducción en NZ visita La ruta en este artículo.
El vuelo
Nueva Zelanda está al otro lado del planeta, son nuestras antípodas, el país más lejano posible. Por ello los vuelos hasta allí son largos y no son baratos. Prepárate para una inevitable paliza de avión; normalmente se llega tras dos o tres vuelos de conexión, entre 24 y 40 horas de viaje, y se aterriza en la capital, Auckland. La diferencia horaria es de 10 horas, jet lag asegurado. Este enlace puede ayudarte a buscar vuelos a Nueva Zelanda.
Para entrar en NZ necesitarás el pasaporte con validez no inferior a un mes en el momento de salir del país. Puedes permanecer en Nueva Zelanda durante 3 meses sin necesidad de visado, pero tendrás que pagar al llegar NZD $35, dólares neozelandeses, en concepto de tasa turística y de conservación (IVL). Además, desde 2019 se requiere la Autorización Electrónica para Viajar (NZeTA). Se consigue online en esta página y puede tardar en ser procesada hasta 72 horas.
La ruta
Las carreteras que encontrarás recorriendo Nueva Zelanda en furgoneta son buenas en su mayoría y el tráfico es fluido y tranquilo. Atraviesan parajes tan escénicos y bellos que a menudo te detendrás a contemplarlos. Se conduce por la izquierda, al revés que en España, lo que puede resultar extraño al principio. El límite de velocidad es de 100 kms/h en carretera y 50 kms/h en ciudad. Hay radares cerca de las poblaciones y las multas se pagan al entregar la furgo. No hay peajes excepto alrededor de Auckland. Puedes consultar los tramos con peaje en esta página web del gobierno.
Tanto para alquilar la furgoneta como para circular necesitarás el permiso de conducir español y el permiso internacional de conducir, los trámites para conseguir este último se indican en esta página. Las gasolineras no abundan tanto en NZ como en España, sobre todo en la isla sur. Llena el deposito y mantén un buen nivel de combustible. El gasoil es barato, alrededor de un euro el litro. Gaspy es una útil app que indica donde están las estaciones de servicio y cual es la más económica.
Dónde dormir
En Nueva Zelanda existen tres tipos principales de lugares donde dormir con tu furgoneta. Por un lado están los campings tradicionales, abundantes y no baratos, con precios entre NZ $50 – $90 dependiendo de su nivel, cuantos seáis y la plaza que elijas. En estos Holiday parks (campings privados de pago) dispondrás de bastantes servicios: cocina, duchas con agua caliente, red wifi, lavandería o enchufes para cargar la furgoneta. Los más conocidos son los Holiday Park, Kiwi Holiday Park y Top10 .
El segundo tipo de lugar de pernocta son los estupendos campings de la DOC. DOC son las siglas del Department of Conservation, el organismo que mantiene los parques naturales en Nueva Zelanda. Ofrece espacios de acampada en lugares maravillosos con servicios mínimos pero suficientes. Suelen tener baños y agua corriente potable, a veces barbacoa y mesas de picnic. No hace falta reservar ni hay estancia mínima. Algunos son de pago, costando escasos 10$ persona/noche que pagas depositando el dinero en una Honesty Box o caja de confianza.
La tercera opción factible por Nueva Zelanda en furgoneta son los campings en zonas autorizadas gratuitas, básicamente lugares donde se puede acampar libremente. Carecen de servicios y normalmente solo ofrecen una toma de agua potable pero están muy bien situados, cerca de lugares bonitos y enclaves naturales extraordinarios. Son muy recomendables aunque es conveniente llegar temprano en temporada alta para escoger buen sitio, igual que a los DOC y campings de pago.
Encontrar esos sitios donde dormir en la ruta es sencillo con las herramientas que tienes a tu disposición. Los I-SITE son oficinas de turismo en casi todas las poblaciones y brindan mapas e información de interés sobre la zona. En algunas ocasiones se puede pernoctar en su aparcamiento y su Wifi es gratuito. Pero no te indicarán donde encontrar esos spots para dormir, dirigiéndote por lo general a los campings privados de pago. Este es el listado de los I-Sites de Nueva Zelanda.
Para localizar los mejores lugares donde acampar y pernoctar con tu furgoneta en Nueva Zelanda las apps Campermate y Park4night y Google Maps serán tu principal guía. En ellas encontrarás todos los campings, su precio y opiniones de otros viajeros. Campermate también señala los baños y duchas públicos, las redes wifi, el estado de las carreteras, lugares de interés, restaurantes o supermercados, gasolineras o bancos. Es fundamental para navegar por el país e incluso puedes descargarte los mapas y consultarlos offline.
Cuando viajar a Nueva Zelanda en furgoneta
Nueva Zelanda está en el Hemisferio Sur, sus 4 estaciones son inversas a las nuestras. Así, nuestro verano coincide con su invierno y nuestro otoño con su primavera. Montañas de casi 4.000 metros, playas, llanuras o bosques húmedos generan temperaturas muy distintas el mismo día. En general solo los aficionados a los deportes de nieve o al senderismo extremo visitan el país en Invierno, de Junio a Agosto, cuando el frío y la lluvia son los protagonistas. Si buscas soledad, buenos precios y naturaleza en bruto, es tu momento.
El Verano, de Diciembre a Febrero, es soleado y agradable, con temperaturas suaves alrededor de 20 a 30 grados. Una época perfecta pero que nos plantea varios problemas: las vacaciones de los neozelandeses, con los lugares de interés, las carreteras y los campings llenos de locales, y la temporada alta turística, con los precios, el alquiler de las furgonetas incluido, en su punto más alto.
La Primavera, de Septiembre a Noviembre, y el Otoño, de Marzo a Mayo son buenos periodos para visitar el país. El paisaje es más dramático si cabe por los contrastes. Aunque el tiempo es variable con días fríos y otros calurosos, y puede llover o nevar, en general será templado, soportable con manga larga o cazadora ligera por las noches. Nosotros combinamos primavera y verano, finales de Octubre a primeros de Diciembre, y disfrutamos de clima variado con un país bellísimo y precios más bajos.
Whenanui Bay, Isla Sur
Consejos generales
El COVID 19 ha marcado los viajes internacionales desde que apareció. Esta es la página oficial del gobierno de Nueva Zelanda con la actualización de las medidas y restricciones aplicadas en el país. Es importante que la consultéis antes de viajar para poneros al día de cualquier novedad sobre salud internacional.
A la hora de aprovisionarnos durante el viaje a Nueva zelanda en furgoneta, los supermercados están bien surtidos y los más económicos son New World y Pak’n Save. Está prohibido introducir casi todo tipo de alimentos en el país, pero la carne, las verduras, el vino y el pescado locales son excelentes. En la ruta agricultores y granjeros venden sus productos al borde de la carretera. Si te detienes podrás comprar fruta o huevos sin intermediarios: un cartel indica los precios, te sirves tu mismo y pagas en una Honesty box.
En NZ no hay bolsas de plástico, una de las envidiables características de un país muy concienciado con el cuidado de la naturaleza. Escasean las papeleras y basureros públicos, teniendo que buscar lugares donde depositar los residuos que generes, a poder ser siempre reciclándolos. En gasolineras y centros comerciales los encontrarás. Hay lavabos públicos en cada pueblo, céntricos, limpios y gratuitos, aunque no suelen tener duchas. El agua de los grifos es potable.
Disponer de internet es muy importante en un viaje en el que la ruta se va eligiendo con las app de navegación. Si trabajas online, como nosotros, es fundamental. En la mayoría de campings de pago y en las oficinas de información iSite podrás conectarte. También en edificios públicos como las bibliotecas y en algunos centros comerciales y supermercados, así como en los restaurantes de comida rápida. Pero puede no ser suficiente.
La opción más segura y cómoda para tener siempre conexión a internet es comprar una tarjeta SIM de la compañía SPARK. Puedes hacerlo al llegar al aeropuerto y renovar tu pack de datos en las numerosas tiendas de la compañía por todo el país. La red es la mejor de Nueva Zelanda y nos dio cobertura en lugares insospechados. Además con ella podrás conectarte gratuitamente 1 Giga diario a la red wifi de las muchas cabinas que hay en las dos islas.
La moneda oficial del país es el dólar neozelandés NZ$. El dólar de NZ cotiza alrededor de 1.6 por cada euro. Puedes comprobar su cambio actualizado en esta página. No te hará falta llevar dinero desde aquí, el pago con tarjeta es lo habitual y los cajeros funcionan con nuestras tarjetas de crédito. Sacar algo de dinero en metálico de algún cajero local es recomendable para emergencias donde no se pueda pagar con plástico.
Contratar un seguro de viaje en España es opcional pero recomendable, a pesar de que Nueva Zelanda es considerado uno de los países más seguros del mundo. La sanidad allí es cara y estarás cubierto para cualquier eventualidad. Actualmente no es obligatoria ninguna vacuna para viajar al país Kiwi, pero debes informarte de las medidas y restricciones aplicadas por el COVID 19 u otras emergencias en la fecha en que vayas a viajar.
Los vehículos que no disponen de deposito de aguas sucias, baño y basura, los pequeños coches de alquiler con cama y cocina como estos, se consideran «no self contained» y tienen restringida la pernocta en muchos lugares de acampada para vehículos. La prohibición está claramente indicada por señales y la multa es cuantiosa. Es la contrapartida a su economía y versatilidad si quieres recorrer Nueva Zelanda en furgoneta sin gastar demasiado..
Por supuesto la tolerancia con el alcohol al volante es cero. Se prudente con el clima y chequea las previsiones meteorológicas en la página del tiempo oficial. NZ es el país de las 4 estaciones en un día. La ropa que llevaremos, por ello, será diversa, dependiendo de nuestra ruta y de la época en que viajemos (ver apartado cuando viajar).
En Nueva Zelanda no hay animales peligrosos para el ser humano (al menos en tierra…) ni serpientes venenosas ni mamíferos carnívoros, ni insectos, excepto una rarísima especie de araña. La peligrosidad radica en que se crucen en la carretera ovejas, caballos o vacas, algo muy habitual en las inmensas zonas rurales. El animal nacional es una simpática ave terrestre nocturna muy protegida, el kiwi.
El «malo» de la película es el possum, un marsupial parecido a un roedor traído desde Australia en 1.800 y que, sin depredadores, se ha convertido en una plaga a combatir. Hay 70 millones, casi 20 por cada neozelandés. Pero en un país de solo 5 millones de habitantes, el animal doméstico más abundante es sin duda la oveja, con casi 30 millones de ejemplares. ¡Las verás por todas partes!
Nuestro Viaje
Viajamos a finales de primavera y principios de su verano, de finales de octubre a primeros de Diciembre en España. El descubrimiento de las bellezas del país, su naturaleza y su forma de vida, así como su excelente surf, nos movieron a visitar la espectacular Nueva Zelanda en furgoneta.
Al igual que en su vecina, la gigante Australia, el deporte de las olas está muy extendido. Es habitual llegar a verdaderas «colonias surferas», pueblos donde todo gira alrededor del surf. Incluso existe una autovía legendaria, la 45, llamada SURF HIGHWAY.
Por ello nuestro itinerario por Nueva Zelanda en furgoneta fue una ruta circular desde el norte de la isla norte hasta el sur de la isla sur, vinculado tanto a la costa cómo a los atractivos del interior. Descendimos por el este del país y regresamos por la costa oeste hasta Auckland, punto de partida.
Exploramos increíbles playas y bahías vírgenes rodeadas de bosque y espectaculares zonas del interior, como las montañas y las aguas sulfurosas alrededor de Rotorua y el lago Taupo, o los extraordinarios lagos glaciares Pukaki y Tekapo al pie de la cumbre nevada del monte Cook (4.000mts.).
Hay que señalar que más allá de los puntos de interés conocidos, ciertamente atractivos, hay infinidad de rincones anónimos en Nueva Zelanda que te seducirán por su belleza, joyas sin coordenadas GPS. Descubrirlos y disfrutar esa fugacidad fascinante es el tesoro que te regala vagar por el país sin prisas. Somos conscientes de que es imposible recorrerlo entero y circulamos, ligeros y llenos de ilusión, por este Jardín de las Delicias.
La Isla Norte – Northlands, Costa Este y Centro
Aterrizamos en Auckland y en pocos minutos revisamos y recogemos la furgoneta. GPS y mapas, más una buena dosis de paciencia, nos ayudan a salir de la red de carreteras que rodean la capital de Nueva Zelanda conduciendo en el sentido contrario a España y aún aturdidos por el largo viaje. Parada en un supermercado y ya pertrechados de comida y complementos básicos, partimos entusiasmados. Pero, ¿a dónde nos dirigiremos en este primer impulso aventurero?
Lo más recomendable es tener un destino cercano y controlado para esa primera noche, un camping relativamente cerca de Auckland donde dormir y descansar de las intensas emociones. Un primer desplazamiento corto te ayudará a acostumbrarte al nuevo vehículo y las carreteras de NZ. Después, nosotros elegimos subir hasta el extremo más al norte de la isla norte, el mágico Cabo Reinga. Atravesar las Northlands saliendo de Auckland es una estupenda manera de iniciar la aventura.
El Cabo Reinga, lleno de leyendas maorís y belleza sobrecogedora, es el final de la tierra a mas de 100 Kilómetros de cualquier ciudad. Las Northlands, esa estrecha franja de tierra que lo separa de Auckland, es una región maravillosa para perderse y disfrutar de encuentros mágicos, allí donde la dulce costa Este y la salvaje Oeste están casi juntas. Usando la vista satélite del Google Maps vagamos por calas, bosques, ensenadas y rías asombrados de la paz y la belleza que nos rodean.
Una sensación especial comienza a envolvernos. La prisa desaparece, también las fábricas, las poblaciones grandes y sus embotellamientos o vallas publicitarias. El silencio se impone sobre el progreso humano y la concentración sosegada aparece para quedarse. Sentimos la esencia Maorí de estas tierras llenas de energía mestiza y natural. Estamos ya contagiados de la magia de Nueva Zelanda en furgoneta.
Tras las Northlands continuamos ruta explorando otra península mágica, la de Coromandel, con las mayores reservas de bosque autóctono y algunas de las playas salvajes más hermosas que hemos conocido. El espíritu general del país está presente, pionero y fronterizo, marginal y excéntrico. Nueva Zelanda vive fuera del resto del mundo. Y no solo por lejanía, también por elección propia.
Desde Opononi, al Norte de Coromandel, costeamos lentamente camino al Sur, encontrando joyas sencillas y muy buen surf entre las bahías de Hicks y la de Hawke, como la península de Maia. La tranquila Gisborne, y Napier, con su delicioso patrimonio art noveau, nos despiden momentáneamente de la costa. Nos internamos hacia los lagos de Rotorua, corazón maorí de la isla norte y destino turístico principal del país.
Atravesamos rápido esta zona que nos sorprende por lo desarrollado de su infraestructura turística y su masificación a pesar de su belleza. Rectas interminables en planicies hechas para meditar tanto contraste nos llevan al extremo sur de la isla norte, a la gran ciudad de Wellington, donde tomaremos el ferri. Embarcamos nuestra furgo en las tripas del inmenso barco y cruzamos el estrecho que divide en dos este país. ¡Hasta pronto!
La isla Sur
La isla sur es extensa y apasionante. Recorrer todos sus atractivos es una tarea casi imposible. Nosotros escogimos una ruta que combina costa, montaña, mar y lagos, nieve y playas, fauna salvaje y ciudades históricas. Se quedó fuera la costa oeste y los famosos glaciares Fox y Franz Josef, que parecen estar desapareciendo debido al cambio climático.
Tras cruzar el Mar de Tasmania en el Ferry, rodamos ya el norte de la isla sur. ¡Es prodigiosamente bella! La naturaleza se disloca más si cabe, las montañas son más altas, los lagos más azules. La flora y la fauna más salvaje y variada. El clima se endurece y se pinta de glaciares y pingüinos, de pueblos de piedra de ascendencia escocesa y de leones marinos. Picton es nuestro puerto anfitrión y su recibimiento no puede ser más cálido.
El norte de la isla sur, de Picton (Queen Charlotte Drive) a Nelson (Tasman Coastal Trail) y si es posible hasta el final de la Highway 60, esconde algunos de los espacios más atractivos de tipo bosque atlántico: rías, ensenadas, archipiélagos de islas verdes y mar azul, bosques tupidos, playas perfectas y vírgenes y un entorno rural idílico que recuerda a un gigantesco Cantábrico español aún mas salvaje.
Kaikoura, más al sur en la costa este, es una parada clásica en la ruta de Nueva Zelanda en furgoneta. Entre una espectacular cordillera nevada y la costa, y a pesar de estar orientado al turismo, mantiene una energía que seduce. Comenzamos a sentir la cercanía del polo sur, un poco más abajo.
No en todas partes se puede, como aquí, comer una langosta recién pescada sentado al borde de una colonia de leones marinos, tras una sesión de buen surf y al cobijo de las enormes montañas blancas. Pero seguimos bajando, costeando la cara este de la Isla Sur, nos llaman los pingüinos y los glaciares.
La bellísima península de Banks, con su colonia francesa en el pintoresco pueblo de Akaroa, es una etapa inolvidable que nos recuerda la variada herencia europea llegada a estas tierras maoríes. Los restaurantes y bistrós, las tiendas, la arquitectura y el ambiente son totalmente galos, invitando a un paseo romántico.
En la ruta nos detenemos para visitar el sugerente pueblo escocés de Oamaru. Whiskerias, edificios victorianos, anticuarios, librerías de viejo, gaiteros… un pequeño Edimburgo! Los escoceses son mayoría entre los occidentales asentados en el sur y su presencia será notable a partir de ahora.
Nuestro próximo destino es otra península, esta vez la de Otago, más al sur de la capital de lo escocés en la isla sur, la ciudad de Dunedin. En el camino nos detenemos en la playa de Moeraki a pasear entre los Huevos de Dragón, unas curiosas formaciones rocosas redondas sembradas por el arenal.
En Otago la naturaleza salvaje es la protagonista. Descubrimos por primera vez y en vuelo cercano a los impresionantes Albatros, aves marinas imponentes. Gaviotas XXL! Las colonias de Leones marinos y Focas abundan en las playas y roquedales, y es un placer observarlas con tranquilidad.
Pero sin duda el protagonista de la vida animal en ese tramo del viaje por Nueva Zelanda en furgoneta es el esquivo y simpático Pingüino, en este caso la rara especie de ojos amarillos. Visitamos una reserva natural costera donde disfrutan de total aislamiento en playas paradisiacas.
Nos internamos en la isla buscando Los Alpes neozelandeses, con el Monte Cook como pico más alto (3.724 m.) El lago del monte Aspiring, también de más de 3.000 m, nos da la bienvenida a una zona impresionante. Los lagos glaciares reflejan como un espejo el cielo azul, las nubes y las montañas nevadas. Destaca entre todos el Lago Pukaki, una belleza asombrosa que quita el aliento.
Llenos de energía y naturaleza comenzamos el regreso atravesando tierras de hondas raíces maoríes. Viajaremos por la Isla Norte descubriendo la costa oeste y nuevos tesoros del interior. Es tiempo de rodar por la SURF HIGHWAY!
La Isla Norte – Surf Highway, Centro y Northlands
Ya de vuelta en la Isla Norte, rodamos sin prisa estas tierras bendecidas, hospitalarias y bellas. Costeamos el lado oeste en dirección norte. Subimos bordeando playas de arena negra abiertas al Mar de Tasmania, entre NZ y Australia.
Aquí el oleaje es legendario, y a partir de Hawera la carretera pasa a llamarse Surf Highway 45. Faros fotogénicos, granjas bucólicas con playa privada y el cono volcánico del Monte Taranaki sobre la ciudad de New Plymouth.
A la altura de Mokau dejamos la costa del Mar de Tasmania y volvemos a internarnos en dirección al Tongariro National Park, el primer parque nacional de Nueva Zelanda en el centro de la isla. Volcanes activos, como el Ruapeku, estaciones de esquí y el impresionante paisaje de Meads Wall, donde se rodaron escenas de Mordor en el Señor de los Anillos.
El Lago Taupo, rodeado de volcanes latentes, tiene una energía muy fuerte, es el corazón de la isla y un lugar lleno de simbolismo para la cultura Maorí. Allí llega el agua deshelada de las cumbres en forma de cascadas tempestuosas rodeadas de selvas de helechos gigantes, como las Huka Falls.
Esa energía sale a la superficie en forma de geiseres, fumarolas y burbujeantes lagos de barro en espectaculares zonas termales como la de Orakei Korako. Pasarelas peatonales te permiten caminar en un paisaje de otro planeta rodeado de nubes de gases sulfurosos.
Queríamos conocer Mordor y encontramos un paraíso. Cimas peladas, rocas magmáticas vestidas de nieve, humo, geiseres y azufre. Vegetación tupida escolta las carreteras a través de rincones dibujados por la naturaleza para seducirnos. Tras las montañas y los lagos del centro de la isla iniciamos el regreso al mar en dirección noroeste pasando por la popular Meca del Surf, Raglan.
Las playas del norte, en la costa oeste de las Northlands, son interminables y salvajes, verdaderas vías de circulación al no haber otras carreteras, y los locales las atraviesan con sus 4×4 en zonas tan hermosas como la playa de Ripiro o la mayor playa circulable del mundo, la 90 Miles Beach, ya en el extremo más septentrional de NZ.
Nos acoge el viento del Pacífico, el helecho y la vid. Nos abrazan el bosque y la arena, nos canta el viento en el camino infinito. Los arboles Kauri, sagrados en este país, despiden nuestro viaje en el bosque protegido Waipona Forest. De regreso a Auckland y a España es inevitable no soñar con permanecer aquí para siempre, como en un espejismo detenido fuera del tiempo. Hay una posibilidad de paraíso en NZ y esa sensación maravillosa nos acompañará siempre. ¡Hasta la vuelta, Nueva Zelanda!
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