La escritora francesa Virginie Despentes pertenece a ese particular grupo de creadoras cuya vida y obra transcurren ambas por los mismos territorios fronterizos y radicales. Esa coincidencia suele producir autoras de culto, creadoras malditas, ídolos que trascienden lo literario. Pero Despentes no es una Rockstar, sino mas bien una superviviente, una cronista lúcida, una testigo que pone al descubierto las contradicciones del hoy desde el punto de vista de su generación. La Generacion X, aquella que vivió el final de los 80 y los 90 como escenario de su juventud.
Rock, Drogas y Teoría King Kong
En su biografía de solapa se destaca siempre, quizá de manera demasiado sensacional, su experiencia como prostituta, su orientación sexual, sus muchos trabajos precarios o sus coqueteos intensos con las drogas y el Punk. También su activa militancia feminista y su compromiso con los proyectos mas ácratas. Todo ello es cierto y relevante y sin duda ayuda a explicar algo de su personalidad literaria. Pero no lo es todo.
Despentes lo petó con Teoría King Kong, un libro a la manera de manifiesto feroz, un alegato brillante de feminismo sin titubeos, una requisitoria urgente para cambiar las cosas y reconocer la marginación estructural que pesa sobre las mujeres por el hecho de serlo. Una certera patada en las pelotas del heteropatriarcado y a los esquemas capitalistas de opresión. Se convirtió en un libro de culto, odiado y amado a partes iguales y que circuló de mano en mano como un ‘must’. Podéis leerlo gratis en su PDF en este enlace o comprarlo en este otro.
Vernon Subutex o el antihéroe contemporáneo
En esa línea desarrolla la magnifica trilogía de ficción Vernon Subutex. El título de la obra no es casual y ya nos dice mucho de las intenciones de la autora. Es un homenaje a Vernon Sullivan, protagonista de Escupiré sobre vuestra tumba, la violenta novela antirracista del mítico Boris Vian. El apellido Subutex es también el nombre de un opiáceo sintético que se usa como tratamiento sustitutivo de la heroína.
Vernon Subutex es un retrato brillante de esa Generación X a la que Despentes y los protagonistas de la novela pertenecen. De su idealismo juvenil, de su rebeldía naif y de esos años irrepetibles. Los últimos del vinilo, los últimos sin teléfono móvil inteligente ni internet, los últimos sin cinturón de seguridad en los coches o GPS. Una generación puente que crece aún en el antiguo establishment y vive para ver como se derrumba en una década y es sustituido por el nuevo ´techno’ establishment al que debe adaptarse.
El cambio de siglo
Con voz nítida y ritmo ágil, Despentes nos presenta a su protagonista, un veterano del Grunge que fue el carismático dueño de una tienda de discos de gran éxito en el París de los 90, Revolver. Su tienda era el epicentro de la última oleada del rock como estandarte de rebeldía juvenil, “la última gran aventura de nuestra civilización”, como el propio Vernon nos cuenta.
Despentes dice al respecto: «He elegido un personaje central que tenía una tienda de discos por varias razones. Primero, porque la industria del disco cristaliza sin duda el cambio de un siglo a otro y segundo, porque el rock me parecía una cultura capaz de definir cómo los sueños de una juventud se habían roto.»
La tienda de Vernon, acosada primero por los CD y finalmente por el streaming en internet, quiebra 25 años después de su apertura y Subutex se encuentra hoy arruinado, deprimido y encerrado en su apartamento. Un desahucio exprés le deja en las calles de París con algo de ropa en una bolsa, un obsoleto walkman y algunas cintas y discos.
Despentes: » Vernon Subutex toma como punto de partida el miedo que la clase media tiene en Francia a perder su casa por falta de recursos. Conseguir trabajo pasados los cincuenta años parece muy improbable, y vemos surgir una nueva forma de precariedad que afecta a gente que ha vivido socialmente integrada hasta la madurez, y que de repente ya no puede pagarse el alquiler.»
Una Couch Movie
A partir de ahí Vernon deambula en busca de refugio, presentándose sin invitación en la vida de viejas amistades con las que no ha tenido contacto desde que cerró la tienda. Pero con los que, sin embargo, ha mantenido ‘relación’ por redes. Así comienza una verdadera couch movie, con Subutex gorroneando todo lo posible de sofá en sofá, apurando cada momento como un antihéroe inconsciente, divertido y pícaro.
Los vagabundeos del ‘jeta’ de Vernon aportan, además de un buen rato lector, un retrato polifónico de sus amigos, de la sociedad europea de nuestros días, un ejemplo del paso del tiempo y la decadencia de los ideales, de la amistad y de la traición. Y todo ello a través del prisma catalizador de este vago carismático, de este vividor ascético y hedonista al mismo tiempo, de este seductor porrero en camiseta, gayumbos y calcetines.
Crisis a la carta
La mejor o peor adaptación al cambio, la renuncia a las promesas de juventud, la caída y la reinvención de todos y todas ellas. Un grupo de personajes en crisis que incluye a ricos desengañados y cínicos, obreros neofascistas, exactrices porno, maduros desempleados como el propio Vernon, adolescentes conversas al islam, estrellas de rock que mueren de sobredosis, homeless o grises y convencionales ciudadanos resignados a una existencia anodina.
Despentes describe a ese coro de protagonistas con neutralidad, sin entrar en juicios de valor. Para ella son tan validos los bondadosos como los mezquinos, los alegres o los deprimidos, los sociables o los ermitaños. Todos ellos tienen algo de los demás que los humaniza y acerca. Y juntos completan un puzle que muestra una imagen parecida a la de cualquier país occidental. Una radiografía viva y palpitante de nuestra sociedad.
Generación X
Despentes, a pesar de la crudeza y la intensidad de lo narrado, ve posible la redención, la ternura, el brillo de lo humano en cada perdedor. Porque Vernon Subutex es también una heterodoxa oda a la amistad y sus contradicciones, a sus traiciones y su pervivencia. Una amistad que, contra todo pronostico, une a personas que derrochan ternura y vulnerabilidad, humor y cinismo, derrota, sarcasmo y fe.
Si mencionamos lo literario, es difícil no pensar en autores emblemáticos de la GX como el Bret Easton Ellis de American Psycho, al Chuck Palahniuk del El club de la lucha o al Irvine Welsh de Trainspotting. También la magnífica novela de Jennifer Egan El tiempo es un canalla de la que hablamos aquí. Pero la voz de Despentes aporta además la revisión del tiempo pasado y sus estragos. Una lectura crítica de los cambios sucedidos, una visión global que trasciende del conflicto generacional y se extiende a un análisis político, económico y social. Y sin perder la espontaneidad y agilidad, la potencia y fluidez del lenguaje más directo.
Mucho más que R&R
Porque este libro es mucho más que la crónica de una generación desde los años 90 hasta hoy. Es sobre todo una exposición viva de multitud de conflictos que nos afectan a todas. El auge del neofascismo dirigido desde la oligarquía económica que manipula y siembra odio entre las masas de neolumpen, las redes como elemento comunicador y deshumanizador al mismo tiempo, el individualismo, la soledad y el aislamiento personal, el conflicto religioso y de civilizaciones, la industrias del porno y el rock como factorías de entretenimiento masivo, la crisis económica global, la miseria urbana occidental y los sintecho, la vejez sin utilidad, el feminismo o la marginación y lucha del colectivo LGTBIQ.
En este ultimo caso es magistral la manera en que la autora consigue que la orientación sexual o la identidad de género sean rasgos de los personajes, pero no lo único que los define. Despentes trata al colectivo con respeto, de forma natural, sin caer en clichés y sin obedecer a ningún canon políticamente correcto. Igual que hace con todos los demás incluidos en el libro.
Una novela recomendable y de múltiples lecturas que tiene dos continuaciones, conformando una trilogía de libros del mismo nombre que podéis conseguir en este enlace. Por otro lado, la obra de Despentes ha sido objeto de una estupenda adaptación a la televisión, la serie homónima que podéis ver en Filmin y cuya reseña completa tenéis en este articulo de la web. Su banda sonora original es extraordinaria y está a vuestra disposición en este link de Spotify. Además la editorial Salamandra ha publicado una interesante versión como novela gráfica que se puede obtener aquí.
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